Una preciosa mañana de domingo.
Tengo que darle la razón al playmobil: hoy he llegado mucho después de que él se despertase.
También he de darle la razón al Sr. Pirómano cuando una vez me llamó orgullosa.
Hoy he sido la más orgullosa.
Y me ha encantado.... No hay nada más grato que mirar a los demás esperando la réplica y que nadie, absolutamente nadie, se atreva a dármela. Me habría encantado obtener un argumento que me contradijese, pero nadie se ha atrevido.
Mmmmmm...
Me ha encantado. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Aunque me hubiera gustado ser yo.
Claro, que también es placentero ver cómo se van amedrentando a tu alrededor sin mover ni un mísero dedo.
Me toca a mí. Después de todo, me tocaba disfrutar del espectáculo.
Claro, que no me quedaré callada.
Sólo hay que saber cuándo dar la estocada final.
Todo llega... Y yo no me voy a quedar sin ese placer.
Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia. Y de eso, a mí, me sobra.
Ahora me ha llegado el turno a mí...
Y cuando soy buena, soy buena, pero cuando soy mala, soy la mejor. Y como me dijo el Sr. Pirómano, mi mejor arma, es dominar las armas de los demás. Ahora, me toca mover ficha. Y no voy a dejar que se levanten.
¿Rencorosa? No, orgullosa.
2 comentarios:
Rencorosa, rencorosa
Sí, no serlo en este caso sería ser retrasado :)
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