31 mayo 2012 | By: Denebola

"Las ideas iluminan los siglos venideros" (dicho irlandés)

Sé que es tarde no, tardísimo. Pero el calor no me deja dormir. El cierzo nos ha abandonado en estos días que es tan necesario aquí en la ciudad el viento y no hay dios quien duerma.
Así que me he puesto a buscar los calendarios de la Eurocopa y me he encontrado con esta web:
Web oficial de la Eurocopa 2012
Para mi sorpresa, yo que he estado más pendiente de la F1 que de otra cosa estos días, he visto que estamos en el Grupo C con Croacia, Italia e Irlanda. A cualquier optimista le parecerá un grupo inmejorable dado que somos el vigente campeón de la Eurocopa. Yo soy más pesimista y pienso que este año no sonará la flauta y no pasaremos de cuartos, casi habría preferido el Grupo A o D. Italia es Italia, son peleones y bastante guarros,  y Croacia... Déjenme dudar de su debilidad. Su fútbol siempre ha sido bonito y ganador.
El equipo débil en nuestro grupo es Irlanda. Y no saben lo que me jode. Es un país increíble.
No sé si han tenido la suerte de visitarlo, pero yo se lo recomiendo encarecidamente. Y no sólo por sus verdes parques selváticos, que se mantienen espontáneamente por sus lluvias torrenciales, igual que en Holanda, y en los que cualquiera puede pasear, jugar, revolcarse por la hierba o jugar a fútbol sin miedo de levantar el verde, porque al día siguiente ya no hay boquete. Sus iglesias son de cuento de Disney, el sueño o dibujo de los castillos de cualquier niña de 5 años, el calificativo de impactante y precioso se queda bastante corto, sobre todo teniendo en cuenta que cualquier reliquia o monumento está al alcance de la mano, pero nadie osa tocarlo. El respeto y cuidado lo llevan dentro los irlandeses. En realidad no son muy diferentes a los españoles, quizás más amables que nosotros.O quizás más inocentes, les falta la picaresca española, nosotros allí somos conocidos como los manguis de las tiendas (yo misma vi placas en las entradas de los establecimientos de "Españoles no"), pero nos adoran. Decir "soy español" en Dublín es sinónimo de que te vayan a tratar bien. Primero, por ser los odiados de Inglaterra, su gran enemigo, segundo, porque somos uno de sus principales ingresos, los erasmus y demás intercambios de gente que vamos a aprender inglés (y, por tanto, dejar dinero allí), y tercero, tenemos unas costumbres bastante parecidas a ellos: cerveza, fútbol, bares, fiesta... Si pudieran tener nuestro clima y nuestra franja solar, serían nuestro hermanos más cercanos.
Recuerdo perfectamente cuando fui a Dublín. Mi amigo Alberto llevaba allí 4 meses estudiando y nos invitó a pasar sus exámenes finales en su casa. Una asturiana, un sueco, una gallega y... 3 españoles. Parece un chiste, pero no. Fue una crónica de una fiesta contínua, porque allí la enseñanza en más práctica que pragmática, no como aquí. Alberto aprobó y con mucha nota sus exámenes a pesar de ir con una resaca contínua de espanto y terror.
Aquí hice vida social (que no ligué)
Llegué el día de la final de la champions en 2005: Milán- Liverpool. Allí el mejor equipo irlandés era una pena, todo el mundo era del Liverpool. Cuando llegué a aquella casa en plena barbacoa, con todos los erasmus del lugar viendo el partido y los de la casa de al lado eran italianos, imagínense lo que hice: tras socializar con toda la estirpe de la casa (tuve suerte, en los 10 ó 15 días que estuve no llovió ni media gota), agenciarme una hamburguesa de la cual todos ustedes tendrían envidia, me endosaron una Guiness y me planté con todos los chicos a ver la final. Los italianos de al lado nos tiraron un par de rollos de papel higiénico que los habitantes de la casa aprovecharon adecuadamente y alguna que otra lata de cerveza que no llegó a estallar en el jardín cuando perdieron, y, por supuesto, salimos a celebrarlo. Esa noche aprendí muchas cosas: que los españoles teníamos un país en los que nos querían como si fuéramos sus salvadores gracias a Rafa Benítez y nuestro histórico odio a Inglaterra; que perdí un par de pintas muy gustosamente porque son los únicos angloparlantes que saben decir mi nombre en condiciones (cosa que me enamoró, para qué engañarnos); que la sidra no es sólo lo que conocemos aquí gracias a Asturias, que allí tiene tanto alcohol como una cerveza y que, oigan, está muy buena; que la gente se para a hablar contigo como si fueran amigos de toda la vida o compañero de la facultad, incluso te invitan a tabaco, conversaciones muy agradables e interesantes a la luz de una pinta; que cuaqlquier excusa o santo es bueno para engancharse un buen ciego, algo muy típico nuestro; y que cuanta más chicha enseña una mujer, aunque esté blanca como el papel (allí el sol no asoma demasiado), más sexy es. Con un par.
Nunca he conocido un país más agradable, más cercano, más español que cuando estuve en Dublín. Y si ya tienen la ocasión de visitar la fábrica de Guiness, tendrán la ocasión de tomarse una pinta gratis, con un dibujito del trébol en la espuma, viendo todo el skyline de Dublín, merece la pena, y rodeado de abuelos que se beben la cerveza negra a una velocidad que uno no es capaz de asimilar.
Por eso, y por todo el cariño que recibí en mi viaje a Irlanda, me gustaría que en lugar de Italia, pasara Irlanda en la Eurocopa. Ojalá tuvieran mejores jugadores. Son un país olvidado que yo jamás dejaré atrás en mi corazón.
22 mayo 2012 | By: Denebola

De ilusiones también se vive.

Es curioso la facilidad con la que se desvanece la esperanza. Una palabra, un gesto o una simple actitud son suficientes para hacer que se esfume en cuestión de segundos y no volver a recuperarla. Por más que quieras retroceder en el tiempo y volver a ese instante en el que esa pequeña ilusión movía tu diminuto mundo o parte de él, ya no hay vuelta atrás.
Se desvanece del mismo modo que llega, sin darte cuenta. Del mismo modo que te llena sin ningún motivo racional y te da una fortaleza que creías que no existían, desaparece como el agua resbala por tu cuerpo y te deja vacío, lleno de desasosiego, incluso perdido.
Dicen que cuando ya no esperas nada es cuando aparece. Debe ser el humor negro del azar, porque ¿quién nos dice que una vez que ya no esperamos algo no es demasiado tarde? No necesariamente, o al menos eso pienso yo. No esperarlo no implica no valorarlo o no quererlo, simplemente hemos renunciado a la ilusión de poder tenerlo, hemos renunciado a ansiarlo. Sencillamente acomodamos nuestra vida sin su expectativa en el horizonte. Lo cual a veces también conlleva implícitamente renunciar a ello. Aunque el destino, o como quieran llamarlo, tenga la ironía de traerlo a nuestra vida más tarde.
Triste, ¿no?
Pero lo más paradójico es que, cuanto más quieren hacer desaparecer los demás nuestra esperanza, más fuerte se arraiga en nosotros y más indestructible se hace a sí misma.
No dejo de maravillarme con la paradoja que son los sentimientos, extremadamente fuertes y frágiles al mismo tiempo. Y sin embargo, imprescindibles para vivir. Mueven nuestro mundo, nuestra vida, lo son todo. Lo somos todo, mejor dicho.
Y sin embargo, aún dependemos de los mismos signos externos, que no son mas que nimiedades, los que hacen que la ilusión se desvanezca, para que vuelva a aparecer con la misma fuerza, recuperarla y suspirar aliviados al sentir que vuelve a nuestras vidas, esa razón que nos hace levantarnos por la mañana con una sonrisa, un objetivo o una expectativa de satisfacción. Ese pequeño punto de apoyo que mueve nuestras motivaciones.
Porque, si alguien conoce alguna forma de recuperarla por uno mismo, por favor, ya tarda en hablar, tiene toda mi atención. Ansiosa me hallo por ponerlo en práctica.
16 mayo 2012 | By: Denebola

Fortalezas y debilidades.

Ayer en una conversación con el Playmobil salió a relucir el tan recurrido tema de las debilidades o fortalezas de cada uno. No es la primera vez que sale en una conversación eso de considerarse débil o fuerte.
Me van a perdonar, pero no lo veo así y se avecina una de mis divagaciones ladrilleras (que no ladilleras).
En primer lugar, creo que todos nos consideramos débiles a nosotros mismos, pero no porque lo seamos, sino porque uno mismo conoce sus puntos débiles. Obviamente, todos tenemos y pensamos que los demás también los conocen.
Sí, es cierto que puede sorprenderte descubrir uno más y tener que añadirlo a tu lista, pero eso no te hace más débil, sólo te hace humano. Simplemente hay cosas que duelen.
Nadie es tan frío como el hielo ni tan insensible como para no sentir dolor por algo. Y el que así lo crea, tiene un pequeño problema de soberbia o simplemente el orgullo no le deja reconocerlo.
No se trata de no sentir dolor para ser más fuerte, se trata de sentir ese dolor y aprender a vivir con él, sobrellevarlo, lidiar con él o, simplemente, aceptarlo, sentirlo y seguir luchando a contracorriente si es necesario. Es diferente. Del mismo modo que tardar en recuperarse de algo o que nunca deje de doler, no te hace débil, débil es la persona que se derrumba con el peso de una pluma sobre su cabeza y sólo sabe lamentarse sobre cualquier adversidad sin siquiera hacerle frente o tratar de asumirla. Bueno, eso es ser débil y pusilánime.
Y añadir que las lágrimas, ese signo de debilidad, no siempre lo son. A veces son la mejor opción para deshacernos de ese dolor; "llorarlo", como dice una gran amiga mía, es lo mejor y a veces lo único que podemos hacer para que las lágrimas se lleven esa sensación de habernos roto por dentro y darnos un margen de tiempo para recomponer nuestros pedacitos.
Quizás no quedemos como nuevos, pero la siguiente vez duele menos. Como me dijo alguien una vez, c'est la vie.
15 mayo 2012 | By: URAPlay

Odisea con la pastilla

Soy un mal enfermo. No sé estar enfermo, no sé guardar cama y lo peor de todo. No sé tomar pastillas.

No estoy enfermo ahora mismo, no temáis. Pero me duele el tarro. Y no quedan sobres de ibuprofeno. Y ya me han jodido la cosa. Así de claro.

Hay gente que le gusta, o por lo menos no le disgusta estar enfermo por los cuidados que les dan en casa. A mi me agobia mucho, de momento. De la misma forma hay personas que toman las pastillas como si bebieran agua. Vale, sois la gran mayoría, soy yo que no sé tragar pastillas. Cuando voy al médico, prefiero un pinchazo o sobres a que me recete pastillas. Y si son pastillas que no sean cápsulas por favor, ¡¡¡esas no las puedo trocear!!!

Digo estas cosas porque acabo de tomarme una pastilla para el dolor de cabeza y por primera vez. me la he tomado en menos de un minuto. Quiero decir, la he partido en 3 trocitos y los he tragado. Y rápido, de media me cuesta 3 minutos tomar una pastilla.

No me gusta tomar medicamentos, pero si no me queda más remedio... Los tomo, que remedio. Y de tomar, sobre. Y si no hay tengo que pensarlo mucho... Aun así, felicitadme, yo lo he considerado un logro y por eso estoy escribiendo ahora.

Por otra parte, animad a Dene a que escriba ese post de fútbol, se salvaron sus equipos y el mío ha descendido... Pero eso se lo dejo a ella.


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13 mayo 2012 | By: URAPlay

Arroz al horno

Ingredientes para 4 personas:
  • Aceite
  • Sal
  • 3-4 ajos
  • Costilla de cerdo
  • 2 patatas medianas
  • 1 bote pequeño de garbanzos
  • Tomate
  • Ñora picada
  • Pimentón dulce
  • Azafrán o colorante
  • 2 vasos de arroz (medio vaso por persona)
  • 4 vasos de agua o caldo de carne/verdura (2 vasos de caldo por cada 1 de arroz)


Preparación:

A mi me gusta preparar lo que voy a poner antes de empezar a cocinar. Así que cortamos la costilla a tacos. ¿Cuánta carne poner? A gusto de cada uno, si gusta mucho se pone más, yo he puesto lo que hay en la foto. Hacemos un corte en los ajos para que no salten, cortamos la patata en lonchas medianas como en la foto tambien, escurrimos los garbanzos, preparamos el arroz que vamos a echar en un plato y ponemos en un cazo el agua a calentar. Es mejor poner caldo porque le da más gusto, pero si no hay, ponemos el cazo de agua a hervir y le echamos una pastilla de esas de verdura, pollo o lo que queráis mientras no sea de pescado. Otra cosa, poner a calentar el horno a 220º.


 
 La costilla y la patata

En un wok (por costumbre mía, se puede usar cualquier otra cosa) y con el fuego fuerte, echamos el aceite para sofreír la costilla hasta que esté doradita. Una vez esté el aceite caliente, yo le echo los ajos para que se doren un poco y le den al aceite un poquito de gusto. Luego echamos la costilla hasta que esté doradita pero no hecha del todo, y cuando está así echamos una poca sal a la carne. 


Una vez dorada al costilla echamos la patata y le vamos dando vueltas hasta que coja color. yo suelo moverla bastante de un lado a otro para que no se fría solamente. Cuando tenga color la patata, echamos una poca sal para que no queden sosas y echamos los garbanzos.


Los garbanzos saltan y explotan como petardos, lo mejor es darle vueltas y que se vayan haciendo todos. Si salta alguno, se baja el fuego un poco. Como son de bote, con que estén 2 minutos basta.

Bajamos el fuego y añadimos el tomate. Si es natural mejor, rallado y con grumos es como me gusta a mi... Si no hay, tomate frito del súper y lo mezclamos con la costilla, la patata y los garbanzos. Con el fuego a medio gas añadimos una cucharadita de ñora,  de pimentón y de colorante y lo mezclamos todo.

A mi me queda este 'pringue' que huele demasiado bien y me entran ganas de mojar con pan


Si vemos que el fuego aun está un poco fuerte lo bajamos, añadimos el arroz y a mezclar de nuevo. si Veis que se pega el arroz por debajo, bajad el fuego un poco más.


Una vez mezclado todo, añadimos el agua/caldo y removemos. Subimos el fuego para que hierva un poco y probamos. Si hay que añadir sal se le añade. Hay que ser rápido porque no interesa que hierva mucho el arroz fuera del horno. Yo no sueño añadirle sal porque el caldo o el agua con la pastilla le dan lo ultimo que necesita, pero tambien me gusta comer poco salado...

Bueno, hacemos un trasvase a una paella (yo lo pongo en una grande porque no me gusta que el arroz esté en una capa gorda) y de ahí al horno.


Suele tardar 20-25 minutos en hacerse a 220º. Una vez se vea seco, se saca y que repose 5 minutos y a comer...


Hay otras formas de hacer el arroz, todo en crudo, cazuela de barro... pero para mi, este es el más gustoso y como no tengo cazuela de barro, uso lo que tengo. También se puede hacer todo en la paella, pero la que yo pongo es muy grande y no me cube el fuego todo.

A la carne puedes añadir morcilla, longanizas, incluso hacerla con tacos de pavo. Tampoco está mal.

Y vale, me explico fatal pero entre que no se explicar y que es mi primera receta sin copiar de ningún lado...

Ale, bon profit!

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