27 marzo 2013 | By: Denebola

Mininos no tan adorables

Siempre me han gustado los mininos, aunque tengo muy asumido que no puedo rondar más cerca de un radio de 10 metros de uno, ni tan siquiera de un sitio en el que haya estado uno de ellos durante un tiempo más o menos prolongado. Lo mío con los felinos es una relación de amor/odio intensa, si bien siento una curiosidad felina, valga la redundancia y nótese la ironía, por estos atípicos animales.
Pero últimamente, y por motivos que ni siquiera me voy a detener a explicar, son los gatos grandes los que están despertando aún más mi curiosidad.
Los gatos domésticos siempre me han parecido una paradoja en sí misma, porque, aunque domesticados, siguen siendo salvajes, y quien diga que tiene domado a un gato es bastante ingenuo, porque por muy dóciles que sean, estos pequeños mininos sólo responden a su instinto, no a su amo. Los humanos sólo somos su fuente segura de alimento y proveedores de un entorno cálido y relativamente seguro para ellos; ésa es la única lealtad que tienen respecto a nosotros, porque si les abandonáramos, seguirían sabiendo valerse por sí mismos del mismo modo o quizás mejor que a nuestro lado.
¿Quién no ha visto a un gato pasearse por alguna estantería sin tirar ni una sola de esas figuritas tan sumamente frágiles? ¿Quién no lleva ni un sólo arañazo de su gato? ¿Quién no deja de acojonarse cuando va a casa de algún amigo cuyo gato le tiene ojeriza? ¿Y eso les parece señal de domesticación? A diferencia de los canes, la lealtad de un felino siempre está consigo mismo antes que con su amo. Su relación con la especie humana es más un tratado de paz y convivencia que una domesticación.
Y el máximo exponente de todo esto, son los felinos salvajes. En estos casos, ese tratado de paz con los humanos es mera ciencia ficción. No sé ustedes, pero si yo fuera cuidadora de un zoo, no les tocaría ni con un palo, que más  letal que un felino, pocas cosas hay.
Rápidos, gráciles, curiosos, observadores, desconfiados, pacientes... Instintos puros y duros.
Les dejo unas cuantas imágenes para que se deleiten con estos "animalitos".

LEOPARDO DE LAS NIEVES- ¿Ven esa  "pequeña colita"? Dado que viven en zonas rocosas y nevadas, les sirve para darse calor al enroscarla alrededor de su cuerpo. ¿Y esas zarpas enormes? Están acolchadas por piel para poder caminar por la nieve como si fueran zapatos. ¿Sabían que no pueden rugir? ¿Y que comen restos de animales que no han cazado sin considerárseles carroñeros porque en la nieve tardan en descomponerse? Es el mayor saltador de sus hermanos.
JAGUAR- Es el superdepredador: sus fauces y colmillos, mucho más fuertes que las de sus "hermanitos", pueden destrozar el cráneo de la presa de un mordisquito por grande que ésta sea. ¿Sabían que son solitarios y que son equilibradores del ecosistema porque comen lo primero que cazan?


LEOPARDO- Se diferencia del Jaguar en su menor tamaño, sobre todo, del cráneo, en las marcas del pelaje, ligeramente distintas, y que vive en manadas. ¿Sabían que comen cerdos y monos?

PANTERA- En realidad es un error considerar a la Pantera como felino aparte, ya que Pantera se considera el género que engloba al Leopardo, Jaguar, León, Tigre y Leopardo de las nieves. ¿Ven esas pequeñas y sutiles manchas en su pelaje? Es porque no es un minino aparte en sí, sino que es un leopardo o un jaguar "con problemas de piel", un leopardo o jaguar negro: leopardo melánico.

PANTERA BLANCA- Lo adivinan, ¿no? Es un leopardo, jaguar o puma albino. Aunque el albinismo puede darse también en leones y otros mininos.
TIGRE- El hermano mayor: es el felino de mayor tamaño. ¿Sabían que, junto con el Jaguar, son los únicos felinos a los que les encanta el agua? ¿Y que si les afeitan, siguen observándose sus rayas porque su patrón está impreso en su piel? ¿Y que su visión es en color?
PUMA- ¿Sabían que tiene 5 garras en las patas delanteras y 4 en las patas traseras? ¿Y que a diferencia de sus "hermanitos", los gatos grandes, éste ronronea?
LEÓN- Otro superdepredador que puede matar de un mordisco, el Rey de la Selva... Buen apodo, amigo, porque además eres tan vago que no eres tú quien caza, sino tu mujer. Qué bien debe estarse en el trono... ¿Sabían que cuanto más oscura y densa es su melena, más sano es el león  y además indica más éxito en las peleas con machos emparentados?

Y hasta aquí puedo leer. No, no me he olvidado del guepardo y otros mininos famosos, sólo les he hablado del géreno Panthera (dentro de la subfamilia de los panterinos) y he incluído al Puma, ya que lo he nombrado al hablar de la Pantera Blanca.
¿No son adorablemente intimidantes? No creo que la curiosidad mate al gato en estos casos...
22 marzo 2013 | By: Denebola

¡Mujeres!... Ufff...

Warning: tacos inside.

No es ningún secreto que devoro libros como si la vida me fuera en ello, algo bastante sorprendente dada mi situación. Pero el que me conozca ya sabrá que soy bastante rarita y contradictoria.
El tema es que no hace mucho leí en uno de ellos que las mujeres somos compasivas por naturaleza y aquello me dio que pensar. ¿Somos compasivas? ¿De verdad? ¿No es de dominio público que las mujeres somos malas? ¿No suele decirse que tenemos una malicia que, por lo general, supera a la de los hombres? ¿No somos nosotras las complicadas y ellos los simples en términos generales?
No deberíamos hacer demasiado caso a las generalizaciones, porque cada persona es un mundo y la vida está llena de excepciones, pero ese tipo de afirmaciones siempre guardan algún tipo de verdad detrás y el tema me parecía bastante contradictorio y, para qué negarlo, no dejaba de darle vueltas a cuál de esas palabras sería cierta y cuál no.
Al fin y al cabo, yo soy una mujer, ¿no? Objeto de juicio de esas palabras.
El tema me picaba en las neuronas y no le veía salida lógica o al menos evidencia de verdad por ningún sitio, o más bien, por todos. Cosa que no me cuadraba, porque para mí, o eres compasiva, o una mala bruja. Las brujas no son compasivas. ¿No?
Si bien es cierto que yo puedo ser una mala pécora y un ángel de la guarda. Otro callejón sin salida. ¿Qué soy yo en conjunto? ¿Ángel o demonio? ¿Blanco o negro?
Como ya he dicho al principio de este post, soy contradictoria. Soy blanco y negro. No cuento, al menos para todo este lío que llevaba en mente sobre la naturaleza que subyace en el género femenino, además de que no suele dar buenos resultados eso de ser juez y acusado.
A los pocos días, en otro libro, leí algo así como "o eres una hija de puta, o no lo eres; la maldad no entiende de géneros", y con esas palabras vi la luz.
Las mujeres somos en general más compasivas porque somos más empáticas que los hombres. Nos sentimos mucho más cómodas con nuestros sentimientos y, por alguna razón que no voy a entrar a analizar, los manejamos y entendemos mejor. Por esa razón, podemos ponernos en el lugar de los demás con más facilidad, comprender cómo se sienten y, en consecuencia, compadecernos.
Quizás ésa es una de las cosas que nos hacen más complicadas que los hombres; no sólo manejamos nuestro punto de vista, sino que también manejamos el de quien tenemos en frente.
¿Tenemos más malicia? Probablemente. Esa misma empatía que deriva en compasión, a veces nos revela cosas de los demás y podemos ir dos pasos por delante.
Algo más que añadir al saco de la complicación femenina.
Pero... ¿Qué hay de todas esas arpías, brujas, víboras y malas pécoras que andan sueltas por ahí (o andamos, que yo también puedo serlo)? ¿No son ellas compasivas? ¿Somos malas o no? ¿Esa malicia nos convierte en hijas de puta por definición?
Pues no. Como bien rezan las palabras de ese libro, la maldad no entiende de géneros, y la malicia no es maldad. La malicia es picardía, astucia, y eso no es por definición malo. Depende para qué uses esa sagacidad, es sólo un medio para llegar a un fin, y ese fin será malo o bueno dependiendo de tu naturaleza personal, de lo que quieras conseguir.
O eres una hija de puta, o no lo eres. Del mismo modo que, o eres un cabrón malnacido, o no lo eres.
18 marzo 2013 | By: URAPlay

Las aventuras de...

Dije que escribiría sobre los regalos y bueno, mejor no. Han sido muchos y muy buenos todos, han acertado en todos y cada uno. Incluso en uno para tocar los huevos me ha hecho gracia y ahí está, en el corcho.

De paso aprovecho a los que me habéis felicitado tanto por correo como en persona o a través del móvil, será por canales de comunicación...

El blog anda en sequía, pero cuando no se puede escribir no se puede, y si encima cuando puedes no sabes sobre qué... Peor aun. Pero bueno, que le haremos.

Ya que he tenido un brote artístico, dejo el dibujo también aquí:

Las aventuras de la viciosa insaciable Dene

Es una D rara, pero pone Dene, no Pene. Me falta dibujar a SuperMan y a Darth Vader, pero será otro día.

Play
11 marzo 2013 | By: Denebola

Felicidades un año más, canijo

Para depende qué cosas, mi memoria tiene la misma capacidad de retentiva que la de Dori. Y una de esas cosas es la Historia, porque no soy capaz de retener una fecha durante demasiado tiempo entre la materia gris de mi cerebro.
Una revelación sorprendente teniendo en cuenta qué estoy haciendo, ¿eh?
Bien, eso me convierte en la novia perfecta porque yo misma soy incapaz de recordar fechas de aniversarios ni chorradas de ese calibre, pero no me hace la mejor amiga del mundo, porque tampoco recuerdo los cumpleaños, salvo el mío.
Por eso es todo un acontecimiento que hoy pueda decirle al Playmobil:

¡¡FELICIDADES, PEQUEÑO HOMBRE!!

¿Que cómo soy capaz de felicitarle sin ayuda de agendas, alarmas en el móvil ni avisos previos? Pues porque he visto la alusión al 11M en la televisión y aquí servidora ha fruncido el ceño y se ha dicho: "coño, yo felicitaba a alguien en un día muy desgraciado, al Playmobil, y lo hice durante muchos años el 11S, pero no. Era un 11, pero tenía otra letra. Me estuve equivocando 3 años seguidos al felicitarlo. ¡¡Es hoy!!"
Tómese este reconocimiento digno de que se eche unas risas a mi costa como un regalo de cumpleaños.
Querido, acaba de entrar en el cuarto de siglo. Fecha que marca un antes y un después.
Felicidades de nuevo.
Los 25, para mí por lo menos, fueron unos tiempos bastante jodidos. Llenos de mucha responsabilidad y muy malos tragos, pero no dudo que eso a usted no va a pasarle. Tiene a su lado a una chica capaz de ponerle en su sitio, con sangre maña en las venas (por lo tanto, con genio, que tiene lo que hay que tener para que no se despendole), así que, aunque lo que he visto con mis propios ojos en mis amigos al cumplir los 25 ha sido un desmadre emocional desmesurado, no creo que le pase usted. No creo que esa morena de pelo rizado le deje a usted que se desmadre y se eche a perder.
No sabe la suerte que tiene, aprovéchela y siga siendo feliz.




Felicidades una vez más. Un año más, gracias por estar cerca de mí y espero que siga pudiéndole felicitar muchos años.
10 marzo 2013 | By: Denebola

¿Astenia primaveral? ¡JA!

Llevo un día de mierda. De ésos en los que piensas que alguna gitana de la plaza del Pilar te ha echado un mal de ojo por no cogerle el ramillete de romero a cambio de unos cuantos leuros.
Se me ha caído una bebida rosa sobre el mantel, mancha asegurada.
He quemado la comida. Humo, olor a chamuscado, vuelta a cocinar, limpiar, rascar y comer a las mil y una.
Se me ha caído un vaso lleno de coca cola en la cocina. Cristales y pegotes marrones por baldosas y muebles.
He aguantado una perorata durante hora y media en la que no he podido decir ni esta boca es mía.
He estornudado sobre el cenicero. Navidades con retraso.
Y aún no se ha terminado el día.
Pero aquí estoy, con la música a toda leche y dando botes en el salón y haciendo el indio por el pasillo a lo Risky Business como si fuera el día el día más feliz de mi vida. ¿Por qué? Ni puñetera idea, pero estoy muy contenta.
Quizás no haya encontrado el vestido que necesito, vale. Pero porque lo que veo no me gusta, no porque no me quede bien, porque en realidad estoy muy buena.
Quizás no haya salido aún la convocatoria de las plazas. Pero yo sigo dándole. I rock.
Quizás no tenga trabajo. Pero es que tengo un CV que asusta.
Sí, tengo la moral alta. Y aquí les dejo una de las canciones que me están haciendo sacar la guitarra imaginaria por el pasillo.




Háganme un favor y sean felices. Me río yo de la astenia primaveral.