He gritado muchas noches, pero no ha aparecido Superman.
Ahora ya no le llamo.
No es que no quiera, esque se me ha acabado la voz.
En realidad, sigo gritando, pero nadie puede oirlo. Nadie, salvo yo. Escucho su nombre una y otra vez dentro de mí, pero nadie lo oye, no es tan raro que él tampoco lo haga.
El sonido es tan atronador dentro de mi mente que, aunque nadie lo oye, salgo a la terraza a que el frío de la noche me corte la cara. Y me pregunto si seguirá escuchándome cuando lo llamo o no. Quizás está demasiado ocupado salvando el mundo...
2 comentarios:
Prueba con Linterna Verde
En todo caso, Flecha Verde.
Pero donde esté Superman...
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