03 mayo 2011 | By: Denebola

Divagación 'in the night'

Y vuelvo a escribir yo, que no tengo sueño. Y aunque estaba divinamente en mi sofá, sin nada más que el silencio, a punto de ver Thor en VO y sin subtítulos (sí, soy una temeraria, ¿qué pasa?), se me ha venido a la mente un tema, y me quema por dentro. Así que, hasta que no lo escriba, no me quedaré tranquila.
Y esque, me he sonreído al imaginar ciertas cosas y recordar muchas otras, y al pensar que muchos y muchas habrían pensado un "Pero qué empalagosos"...
Exactamente, a eso me refiero.
Lo que para mí puede ser el Edén en la tierra, para otras personas puede significar el mismísimo Infierno.
Puedo jactarme de ser la única (o casi) mujer sobre la tierra que al ver a Brad Pitt diga "Bueeeeeno, no está mal..." y piense "No lo toco ni con un palo", mientras que el 99% de las féminas se deshagan al verlo, con un margen de error del 1%. Y no, no niego que el hombre es atractivo, que lo es, pero esque a mí no me dice nada cuando lo veo, me deja indiferente, y no hay nada peor que algo o alguien no te dé ni frío, ni calor.
Que sí, que últimamente hay demasiadas cosas que me dejan como estoy, demasiado fría, quizás, pero esque nunca me ha insipirado nada. Lo que quiero decir con esto es que, "lo que uno no quiere, el otro lo está deseando", como dice mi madre, y esque, para gustos, los colores, que es a lo que quiero llegar.

Y con esto no sólo reivindico una comprensión sobre los gustos de uno mismo, que sí, también exijo una comprensión por aquéllos que muestran un comportamiento o gustos distintos a nosotros. ¿Por qué? Porque se nos olvida que el que piensa o siente diferente a nosotros, se siente tan incomprendido como cuando nostros expresamos nuestras preferencias y nadie las comparte.
Y no, no lo digo por mí. A mí siempre me ha importado muy poco lo que opinaran los demás, tan sólo me importa la opinión de unos pocos, quizás sea porque nunca he entrado en los cánones de lo que es socialmente considerado como normal y me ha importado un bledo porque he tenido muy claro que, si yo estoy a gusto, es lo único que importa. Y si a alguien no le gusta, tiene 2 opciones: o mirarme mal, lo cual me dice mucho sobre esa persona y para mí es como quien oye llover, o aceptarlo y aceptarme como soy, aunque no lo comparta, lo que es digno de admiración para mí.
Particularmente, soy una persona muy rara, lo admito y lo asumo, soy consciente de ello y vivo muy a gusto en mi piel. La verdad es que me da bastante igual si al resto del mundo le gusta o no, el problema no es mío. En realidad no creo que exista ningún problema.
Yo soy lo que soy y me gusta lo que me gusta, y si antes lo tenía claro, cada día más. Quizás algún día cambien mis gustos, el ser humano evoluciona y está en constante movimiento, aunque sé que hay cosas que nunca cambiarán. Llámenle esencia, llámenle como les dé la gana.
Y, como ya he dicho, para gustos los colores. Y hay algo que me gusta mucho, y no creo que cambie nunca. Bueno, creo, no, lo sé. Hay cosas que sabes a ciencia cierta desde lo más hondo de ti y son tan fuertes que no van a cambiar.
Quizás esto suena idílico o utópico, pero he recordado ciertas cosas, cosas que me apetecieron hacer o sentí y no me importó exteriorizar porque para mí fueron... Muy grandes, inmensas. Y quizás visto desde fuera hasta yo misma habría puesto mi particular gesto a lo Sobera y no las habría entendido, pero resulta que mi posición no era esa, era la contraria, y disfruté como nunca porque no me cohibí en absoluto, viví cada segundo sin importarme absolutamente nada, se me olvidó el mundo y puse mis 5 sentidos en lo que me importaba. Y esque así debería de ser todo, olvidarse de todo lo demás, apariencias, quedirán y quédiretes, y disfrutar al 100% de lo que tienes entre manos (nunca lo podría haber dicho mejor...) sin ningún tipo de prejuicios.
Sí, suena idílico...
Pero no imposible.
Para gustos, los colores.