08 septiembre 2010 | By: Denebola

Morritos...

Hoy he vuelto a sucumbir a la proposición decente de mi angelito. Aunque he de decir que he sido yo quien ha tornado esa proposición en indecente... ¿Qué puedo decir? Como dijo el Sr Pirómano el día de mi cumpleaños, conmigo no hay medias tintas, y eso de salir a echar sólo una caña, no me cabe en la cabeza.
Ella solita se ha metido en un berenjenal elegante. Y esque, no se puede ir de poli bueno en un mundo en el que los hombres se te tiran encima sutilmente (porque aquí se puede decir que van tranquilos en comparación con otros lares) para conseguir un mísero polvo. Y aunque sabe lo que se va a encontrar, va a quedar con un personaje que conoció hace varios fines de semana y que trabaja cerca de su oficina recogiendo firmas para esas ONG's tan conocidas (sí, son un jodido coñazo, y perdónenme la expresión, pero cuando te avasallan 8 veces en 10 metros de acera, sólo te sale ese vocabulario). Por lo que he podido deducir, el hombre en cuestión se va a Francia a hacer un máster y parece ser que no ha encontrado mejor manera de despedirse de este país que querer echar un polvo con una rubia llamativa. Y esque es demasiado buena... Por sus palabras, sabe que le va a tocar hacer de poli malo, y eso le incomoda bastante, normalmente, el poli malo soy yo, y aunque le he hecho saber de lo divertido de mi usual posición, no se siente cómoda en ella.
He de decir que aquí el género masculino no es demasiado avasallador, sé que hay sitios en los que con tan sólo dirigir una mirada casual, tienes al más pesado y empalagoso de los especímenes babeándote encima por el mero hecho de que no cuelgue nada entre tus piernas, y he de pedir otra vez perdón por tan rudas palabras, pero no he encontrado una expresión que defina mejor la situación. Sobretodo, por el ambiente en el que nos movemos, porque he de dar gracias a Fary de que el ambiente heavy es de los más tranquilos que he tratado. Pero cuando te encuentras a alguien que va a por ti, no hay medias tintas, o atajas el camino que sutil e irremediablemente va a tomar, o sabes dónde va a acabar el asunto...
Es lo que tiene ser rubia, alta y guapa, que no pasas desapercibida.
A mí en cambio me encanta lo que me ha tocado. Nadie se fija en mí, nadie me da la vara... Es una perspectiva demasiado ilustrativa la que tengo, y me gusta. Una vez R me preguntó despectivamente que cómo se veía todo desde "ahí abajo". A lo cuál yo respondí que increíblemente descriptivo mirando entre sus piernas... No he de decirles que se alejó de mí varios metros... Y esque, "más vale maña que fuerza". Y yo soy maña al cuadrado...
Si ustedes supieran lo que se cuece en la noche maña... Probablemente quisieran ser asexuales...
A mí ya nada me puede. De hecho, sólo una persona tiene el poder de sonrojarme y de dejarme sin palabras. Y he de decir que lo echo de menos, porque me encanta la sensación de tener delante de mí a alguien que está a mi altura o quizás mejor, me gusta la sensación de que desequilibre el control y la balanza apunte a él, me vuelve loca la elegancia con la que lo hace, y me gusta que rompa todos mis esquemas... Es irónico, elegante, sarcástico, incluso demasiado prepotente, es burlón, guasón, odioso, si me apuran, egocéntrico y pedante, aunque yo nunca lo calificaría así... Es una persona que no deja indiferente, de un magnetismo brutal, y cuando ves que su única arma está en su personalidad, sólo tienes 2 salidas: odiarlo a muerte, o amarlo... Aunque en ese aspecto, no se preocupen, féminas, tiene "amor" para todas...
Es una de las cosas que realmente echo de menos. "Discutir" con él... (morritos)