Mi amor... ¿Qué vemos esta noche?

Y con el curso escolar... Llegan... ¡¡¡Los realities!!!

El domingo empezó el pionero de todos ellos: Gran Hermano.

Parece que lo hacen para fastidiar a los pobres críos, carnaza de este tipo de programación-basura, los empiezan a emitir a la hora a la que los pobres chavales deberían irse a dormir.

Mi teoría es la siguiente: Estos programas fueron ideados a modo de política de control de natalidad. Me explico. Pretendían hacer algo tan aburrido como Noche de Fiesta, pero a diario, de modo que las parejas se asquearan al ver la televisión, y... ¿qué mejor que hacer un día por la noche que liberar tensiones? De este modo la población crecería, dejando aseguradas nuestras pensiones el día de mañana en éste, nuestro amado Estado de Bienestar. Sin embargo, les salió mal. Paradójicamente, la gente... ¡¡¡Ve el programa!!!

Y esque, si vas al trabajo y no sabes quién ha sido el último expulsado, o quién ha llamado qué a quién, si han ganado tal prueba, o quién ha hecho edredonning con quién... No eres nadie.

Te miran como si vinieras de otra galaxia, eres un proscrito en tu propia oficina, un aburrido que no tiene temas de conversación...

Y, ya ni hablemos de las representaciones de la sociedad. Me alegra saber que son personajes que no han sido seleccionados al azar de la población, sino que han sido seleccionados minuciosamente para dar que hablar en el programa, porque si eso fuera una muestra aleatoria de lo que puedes encontrarte por la calle... Claro, que si puedes, pero... ¿Quién se ha encontrado a alguien como el famoso Yoyas? ¿O la ida de Aída Nízar, que habla con Dios como si fuera su colega con el que sale todas las noches de jarana (y encima sin ropa interior... ¡Qué grima!)? ¿Y Pedro Cordero llamando poco mas o menos que moza ReciaAaAAa a Inma, la Faraona (y olé)? Joder, menuda fauna tenemos en este país, me da hasta vergüenza...

Este tema me enciende, tanto gilipollas y tan pocas balas... Aunque no sé quién es más estúpido, si el que se presenta al cásting a hacer el indio para que lo cojan, el que se muere por dar el espectáculo por ser un famosete que hasta el mismísimo Dinio, Rey de la Caspa nacional, le vapulearía, o el que ve el programa y alimenta sus egos...

Como véis, soy una proscrita en mi propia oficina.

La Ñeka ha hablado.