06 septiembre 2007 | By: Denebola

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas?

Cuando le vio allí, no podía creérselo. Después de tanto tiempo, y la vida volvía a cruzarle en su camino... No era algo que se esperase. No era algo que no deseara, ni mucho menos. Tampoco le había olvidado, eso era imposible. Quizás era el hecho de que había aprendido a vivir con su ausencia, aunque le echara de menos.
Y ahora lo tenía delante de ella, y no era capaz de reaccionar. Le daba la sensación de que tendría que acercarse a él y tocarle para ver si era real.
Y cuando él, entre tanta gente, fijó sus ojos en ella y le sonrió, sintió como si un puñal atravesara su corazón. Aún dolía, sí, pero no dolían las lágrimas que había derramado en su ausencia, ni las noches en vela añorando su tacto y su voz. Dolía el amor. Dolía que seguía queriéndole, dolía que había dejado que ese sentimiento se durmiera mientras él no estaba y que tan sólo con verle, le había devuelto la ilusión...
Y mientras él hablaba sobre todas las cosas que habían sucedido, ella le miraba y le venían a la mente todos esos ratos en los que habían compartido un beso, un abrazo, una mirada, un susurro, una caricia, una sonrisa, un suspiro... Y sin querer se sintió ridícula, mirándole embobada mientras él hablaba. Apartó la vista hacia el suelo, y trató de disimular su vergüenza. Pero él la conocía demasiado y sabía exactamente lo que le pasaba. Así que cuando la cogió suavemente por la barbilla para que le mirase a los ojos, pudo ver en ellos que a él le pasaba algo parecido... Y se sonrió.
-"¿Dónde nos quedamos la última vez que nos vimos?", le dijo antes de acercarse a sus labios.

2 comentarios:

URAPlay dijo...

Es precioso... joder.. no se que decir aparte de eso.. :/

(punto y aparte)

Madriz!! cabron!! Saluda a la aficion!!

Blog dijo...

Os quiero... SOIS MI FAMILIA.