02 marzo 2011 | By: Denebola

Infiel

Las cosas son simples, somos nosotros quienes las complicamos. Y para muestra, otro botón.

Tras 5 años saliendo juntos, cosa impensable para ella, le fue infiel. O como dijo ella, se le fue la pinza, y se enamoró de otra persona. Otra persona que resultó ser un cabrón, pero ya había metido la gamba, aunque fue coherente con lo que había hecho y le dejó a pesar de que el tercero en discordia no pretendía seguir viéndola.
Me vi en medio de una situación bastante desagradable y que no me incumbía para nada, a pesar de la distancia. Y no porque ella me llamara para pedirme consejo, consuelo o apoyo, que habría sido lo más coherente dado su sentimiento de culpabilidad y que somos amigas desde hace 16 años, sino por él, que a los 4 días de estar separados, no podía más y me llamó suplicándome que le ayudase a volver con ella porque no podía estar sin ella y ella no quería volver.
Increíble.
Sí, ella había metido la pata hasta el fondo, se colgó como una imbécil de un desgraciado que no quería otra cosa que sexo sin compromiso a pesar de que él también tenía pareja, y cuando ella dejó a su novio, desapareció como por arte de magia. Supongo que entonces mi amiga se dio cuenta de lo que había hecho y se le pasó "el enamoramiento". Pero no podía volver con su expareja aunque le suplicase, le llorase y le presionase hasta la saciedad. Por 2 razones: ella había sido su primera novia, y si había pasado algo así, era porque algo no iba bien. Teniendo en cuenta que a lo largo de su historia sentimental lo de la infidelidad había sido una constante, era evidente que había un problema, y no por parte de él.

Al final, no sé cómo, volvieron.

Y después de irse a vivir juntos, hipoteca de por medio, volvió a suceder. Solo que esta vez no fue un cabrón, sino que estaba dispuesto a estar con ella.
Los conozco a los 2 dede que empezaron a salir, 8 años, que no es poco. Y no es que hagan mala pareja, él es tranquilo, racional y frío, y ella, puro nervio, espontánea y sentimental. Es sólo que, aunque siempre he visto mucho cariño entre los dos, nunca he visto esa clase de miradas y actitudes que sólo tienen las personas que están enamoradas.
Ella piensa que es lo mejor que puede tener, que le da una estabilidad que nadie puede darle, y que el no estar bien del todo con él es el precio que debe pagar por esa estabilidad que nadie más le había dado.
Él piensa que tiene casa, novia y trabajo, y su vida es perfecta, sólo le falta la boda, que para él hace ya mucho que debería haber pasado, porque así debe ser a su edad.
Al contrario que la primera vez, él no ha suplicado. Al revés, le amenaza y atornilla para que vuelva a su lado a pesar de todo lo que ha pasado. Piensa que la tiene atada y quiere que siga siendo así, es más cómodo que dejarlo y empezar de cero, o hablar sobre lo que ha vuelto a pasar y el problema que está latente ahí, porque eso implicaría dejarlo.
Y, oigan, lo ha conseguido. Siguen juntos. Mal, muy mal, pero juntos.
Ella piensa que tiene un problema con esto de la fidelidad y que la culpa es toda suya, y yo no le discuto que tenga la culpa. Los cuernos se los ha puesto ella. Ahí no hay más vuelta de hoja y no se puede justificar ese comportamiento. Pero no creo que tenga un problema de fidelidad. Lo que pienso yo es que no le quiere, en esa relación algo chirría como un gato al que le pisan el rabo y los 2 se empeñan en sacarla adelante como si fuera su último bote salvavidas desesperados por no quedarse solos y a la deriva. Es tan sencillo como eso, ahí nadie tiene la culpa y la tienen los 2, estas cosas pasan y nadie está a salvo de cometer errores.
Sino, al preguntarle eso de "¿Seguirías con él si no llevárais 8 años juntos?", no me habría contestado con un rotundo NO.

Pero ahí siguen, forzando la maquinaria.