Le acarició el pelo, parecía intranquilo.
"¿Qué pasa enano? Es muy tarde, ¿no deberías estar durmiendo?", le dijo en voz baja. Ella dormía apoyada sobre él, y no quería despertarla.
"Esque no puedo dormir... Creo que hay un monstruo que quiere entrar en mi habitación, papá", le contestó asustado.
"Vaya... ¿Esta noche tampoco tienen sueño los montruos? Voy a tener que ir a decirles un par de cosas...", le contestó mientras la apartaba con cuidado para no despertarla y se levantaba de la cama.
Cogió al niño de la mano, y se dirigió hacia la habitación con él, que caminaba varios pasos por detrás suyo, con miedo.
"Vamos a ver, ¿dónde está ese monstruo? Que se va a enterar de quién soy yo", el niño le señaló hacia la ventana, y se dió cuenta de que algo golpeaba la ventana. Fue hacia la ventana, la abrió, y vio la rama de un árbol que golpeaba los cristales movida por el aire. La cogió y la arrancó para que dejara dormir al niño.
"Ya está, ya puedes dormir tranquilo, que ya he matado al monstruo", le dijo mientras cerraba la ventana.
"¿Y no vendrán más?"
"No, claro que no, porque saben que lo he matado y que soy más fuerte que ellos. Ya puedes dormir tranquilo, enano", le dijo mientras le guiñaba un ojo. Lo arropó y se sentó al borde de su cama para darle un beso. Se quedó allí, observándole mientras se dormía. Se sonrió. Parecía mentira como una personita tan pequeña podía parecerse tanto a él.
Se volvió a la cama, estaba cansado. ¿Qué hora sería? Miro el despertador. Las 2 y pico... Era tarde, y madrugaba. La miró. Aún seguía durmiendo, en la misma posición en la que la había dejado, ni siquiera se había movido. No quería despertarla, así que ni siquiera le dió un beso, aunque le apetecía, se puso de espaldas para evitar despertarla y trató de dormir.
Pero no había forma, se había desvelado, y no encontraba la postura.
"Anda, duerme, que aún es pronto, y tienes que descansar...", escuchó de su voz, como en un susurro, mientras notaba cómo le abrazaba desde la espalda y le besaba en algún lugar entre su cuello y su nuca.
Cuando sonó el despertador, lo apagó rápidamente.
Se giró en un gesto rápido y miró hacia atrás en su cama, pero no vio nada, ni siquiera el más leve rastro de compañía. Se fue a la habitación de los monstruos, y allí estaba su ordenador, sus libros, sus cómics... Y un leve ruido atrajo su mirada hacia la ventana. La abrió, y vio la rama. El monstruo. La arrancó, y cerró la ventana.
¿En serio había sido todo un sueño?...
Se quedó pensativo, extrañado. Había sido tan real...
5 comentarios:
Hay sueños que parecen muy reales... O cuando te despiertas es una simple continuacion de tu sueño... depende..
:*
También hay sueños premonitorios y sucesos paranormales varios...
¿Cómo se sentirían ustedes en una situación semejante? ¿Se asustarían?
Depende del sueño...
Un sueño paranormal, claro.
No me asustaría, si fuera así de bonito, no me asustaría. Peor que eso, aún crecerían más mis estupidas esperanzas de adolescente. Guay, ¿no? En fin, un saludito.
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