13 octubre 2011 | By: Denebola

Cine Ciclo Ibérico (II): Las Ibéricas F.C. (Pedro Masó 1971)

El jurgol y los Domingos


Los Domingos, esos días en los que tu cuerpo te pide parar, no quieres nada más que sentirte pequeño y débil envuelto en una manta como un canelón y ver cualquier disparate en la televisión. El alcohol todavía ronda por tu cuerpo como consecuencia de los excesos de los días divertidos del fin de semana. Te levantas a horas cercanas a la comida, haces un esfuerzo titánico y te apetece algo de comida casera como la que te hacía mamá y la preparas. Debemos regular el ph y mientras preparas la pitanza ataviado con tus rockys con la goma desgastada -desafiando a las leyes fundasmentales de la física aferrándose inexplicablemente a tu cintura- y la camiseta de Ultramarinos Pepe (pasa, compra y vete) que le regalaron a tu madre con un kilo de traseros de pollo allá cuando Stielike aún campaba por el Bernabeu, tomas unas carvezas.

Comes, retiras los platos sucios y te preparas una generosa copa de tu licor preferido. Ese es tu momento.

A falta de Cine de Barrio por estas latitudes y su esperpéntico desfile de personajes con un pie y medio puesto en el cortijo de los callaos y carrusel de fascistadas protagonizadas por Paco Martínez Soria, acompañado de mi copazo dejo que las musas llamadas a voces por mi desidia etílica dicten la infrapelícula que me acompañará durante la próxima hora y media.

En un ejercicio de ideas encadenadas (Domingo --> Jurgol --> Resaca --> Españolada) las musas -que en mi caso éstas tres serían Mariano Ozores, López-Vázquez y Pajares- me llevan a poner en el reproductor la película que sin más preambulo paso a comentar: Las Ibéricas F.C.

Y señores qué gozo inmenso para el alma que diría aquél, el Gómez Bur paseando su donaire castizo ataviado con un chándal aún más inenarrable que el sombrero de Ozores en la anterior película comentada, portando un silbato que no dudaba en chiflar como un poseso, lanzando miradas fuera de plano con algún que otro temblor por si le tenían ya preparada la coñá. Tip y Coll con lo suyo, pasearse por allá y acullá haciendo necedades a cada cual más hilarante. El Fernan-Gómez eternamente cabreado con su contraria, levantando mucho, mucho la voz y lanzando amenazas de todo modo inconstitucionales hoy día; y ÉL, EL MACHO IBÉRICO, Máximo Valverde haciendo de jurgolista sueco, que por motivos que aún no logro entender, si por el churre, el despiporre o la cosa loca en general, dota a su personaje con un acento mezclando el andalusí, el ruso estepario y el gangoso anticipándose cual Nostradamus al advenimiento de Arévalo; Doña Rafaela Aparicio pues también con sus cosas, a lo bipolar, que lo mismo se te derrumba en el suelo inconsciente que se levanta profiriendo bocinazos cacofónicos.

La película en sí, un dislate tras otro, chistes que de puro malo son descacharrantes, un estilo visual que, fuera de cachondeo, parte de las vanguardias europeas en el montaje en cuanto a introducir escenas deportivas. Estilismo yeyé que suma a las tordas un +10 en morbosidad y una cosa que hoy por hoy no entra en la cabeza de ningún director y que por aquel entonces era cosa normal, las hostias a rodabrazo, me explico. En bastantes ocasiones hay amenazas de soltarle una tollina a alguna de las mozas, sin ir más lejos de cada 5 frases que suelta alguno de los señores de la película 3 son alusiones a que está comprando papeletas en la rifa de guantazos. Sin embargo, en ningún momento hay muestra explícita del paso del Señor Hostias por la película, si acaso algún exceso de maquillaje y/o calma en el temperamento de alguna de las señoritas. La brillantez de este recurso reside en mostrarlas veladamente o fuera de plano, que me parto yo el ohio de las patochadas de fuera de plano de algún director centroeuropeo en las que no pasa nada ni en el metraje, ni en campo ni en ningún otro lado. Aquí se sigue con el mismo jaraneo, despiporre y jolgorio pero además se atiza a las señoritas como se hacía en las casas de bien, de puertas hacia dentro, sin airear los trapos sucios a ojos de otros. Genial.

 7 piromanitos sobre 10.
 
Pirómano

5 comentarios:

Denebola dijo...

No disimule, que aparte de querer ver una españolada, le apetecía ver féminas en pantalón corto...

Por cierto, ¿cuántos piromanitos le da a la película en cuestión?

Por otra parte, clasicazo.

De momento he visto las 2 que ha analizado, sin ninguna pega al respecto por mi parte, al contrario. Sólo estoy esperando a ver cuántas de todas las que haga crítica he visto. Se admiten apuestas, oigan.

Pirómano dijo...

No puedo negar que las muchachas están de buen y que, como ya he escrito en la reseña, el atrezzo yeyé es un plus. Uno que es así de fetichista.

Ciertamente se me pasó poner la nota, lo siento, 7 piromanitos sobre 10.

Denebola dijo...

¿Con tanta curva y sólo un 7 sobre 10? Me sorprende, oiga.

La añado.

Maya dijo...

¡Iros a un hotel!

Denebola dijo...

¡Bah! Tengo casa, querida, alojamiento indefinido "low cost". Aunque bien mirado, el hotel tiene su morbo...

Al hilo del post, anoche me acordé de usted, querido Pirómano. No malpiense (¿O sí?), esque estuve viendo en La 1 "El crack" y "Los santos inocentes". No son del tipo de películas que está usted comentando, pero sí españolas.