El fin de semana pasado tocaba cena en casa de mi angelito. Después de la cena, y con el cubata delante, nos dedicamos a buscar una cadena en la TV (afortunada ella, que tiene uno de esos canales de pago) para pasar el rato echándonos unas risas. Cuál fue nuestra suerte que nos cruzamos con un programa llamado "Sex Inspectors". No sé si lo habrán visto alguna vez, yo no sabía ni de su existencia, el caso es que, por supuesto, lo dejamos en el mencionado programa. Se trata de un equipo de expertos sexólogos (que no putas y chulos, todo hay que aclararlo) que se dedican a solucionar los problemas de sexo con los que acuden al programa una serie de pobres pardillos, claro está, con 'licencia' para verles en vivo y en directo en plena faena.
La chiquilla en cuestión que había en la pantalla tenía un problema, un grave problema: desde que estaba con su actual pareja, no había sentido ni un mísero orgasmo, y llevaba 18 meses fingiendo. Sí, 18. La misma cara que se le quedó al pobre diablo, se nos quedó a nosotras.
Para empezar, yo ya me pregunto cómo se puede estar con alguien y no tener la suficiente confianza como para decir que no te has corrido, hablando mal y pronto. Para seguir, lo que ya no entiendo es cómo se puede estar año y medio fingiendo que te lo estás pasando 'chupi' en la cama con alguien, que ya tiene bemoles el asunto, y, lo peor de todo, que el pobre chico ni se entere...
Y digo yo: ¿si se lo hubiera dicho la primera vez en lugar de fingir, le habría pasado una segunda vez? Porque fingir año y medio, no es fingir, es mentir con premeditación y alevosía.
El caso es que la chica en cuestión había llegado a tal obsesión con el tema, que ya, cada vez que se metían en faena, era un desastre. Imagínense por un momento a la chica desesperada por llegar al orgasmo, y al pobre chico sufriendo lo que no está escrito por que la muchacha disfrutase tan sólo un segundo. Pero, ¿¡cómo va a disfrutar, por Fary!? Se supone que el sexo es sinónimo de placer, no de tortura, ¿tan importante es llegar o no llegar? Cuando estás con alguien en la cama, se supone que te atrae, que le deseas, haces y deshaces por ver a la otra persona pasárselo bien contigo, y no al revés, estar pendiente de lo bien o mal que te lo estás pasando tú.
¿Qué quieren que les diga? Meterte entre las sábanas con alguien y tener una obligación que cumplir, no me cabe en la cabeza.
Ni qué decir tiene que no lo vimos entero, era un rollo. ¿Conseguiría su orgasmo? No lo sé. Lo que sí sé es que se merecía que la dejasen a medias... Durante año y medio.
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