Y llega el frío

Frío.¡Por fin! Después de salir temprano de casa, casi sin frío... Salir a comer, y ya con calor... Y salir del trabajo sin casi frío, mañana tendré frío. Y tenía ganas de que hiciera frío.

Tenía ganas porque me gusta el frío... No sentirlo, pero si saber que está ahí. Que sales tapado y te da en la cara, como si fuera una bofetada. Me gusta esa sensación por la mañana, aunque si cuando sales hace frío pero hay sol, es más agradable. De noche, pues quizás no tanto. Aunque sigue siendo frío.

Y ha llegado de golpe, y con lluvia. Eso me ha animado, ver el cielo gris y lloroso me agrada. Me da una sensación extraña, de cierta libertad, o de cierta gilipollez, no tengo ni idea... Pero me gusta. Ver llover me gusta, fuera de casa, debajo de cualquier balcón... Sentir el sonido de la lluvia, como cae...

A mi de pequeño me dijeron una verdad que siempre recuerdo, varias veces al año... El fuego y el agua aboban al hombre (y a la mujer, supongo)... Ver el fuego de una chimenea, la forma, el sonido, el olor... O de una hoguera en el campo, o cuando se quema la leña de los arboles... En esos momentos, no soy capaz de apartar la vista del fuego. Otros lo ven una gilipollez, a mi me da ciertas sensaciones agradables... Y ver llover también... Es un sonido diferente, otro olor, y otra sensación...

Y ahí me pongo a pensar, aunque nunca se en que. O no pienso, me abobo y miro fijamente el fuego o el agua... Me gusta el olor que desprenden las cosas mojadas, o el olor de la leña... Buah, que bien que llega el frío, ya tenía ganas...

Y si, el frío de aquí no es el frío de Zaragoza o el interior de España... Pero es mi frío, y me encanta.