24 septiembre 2008 | By: Denebola

It's now or never, she is coming home...

Me pone la piel de gallina, como suele decirse...
Tanto una como otra, me hacen entrar en estado Zen.
Es escuchar un acorde, y reconocerlas al instante... Sólo que una es más pasional, y aunque la primera me trae recuerdos de ciertas cosas que se dijeron, la otra, al contrario, me trae recuerdos de hechos, de todo eso que no hace falta decirse con palabras, de... Recuerdos. De esos momentos en que las palabras sobran, de esos momentos en que la bestia domina al hombre, de esos momentos en los que no ves, no oyes, no hablas, sólo sientes...
Me inspira muchas cosas, ninguna apta para menores de 25 años...
Es escucharla, y no ser consciente de lo que pasa a mi alrededor. Siempre. Sin excepción. Ya sabe usted por qué.
Lo explicaría, pero no puedo. Quien sea capaz de escuchar esta canción y no tener una sensación de pasión, de... Vulgarmente hablando, tirársele al cuello (como mínimo) a un hombre (o a una mujer en el caso contrario), ni se acerca a lo que intento describir sin éxito... Porque lo que yo intento contar, es lo que ustedes pueden imaginarse elevado a la enésima potencia...

En mis días de radio, le dediqué la Versión 2 (ya sabe usted la razón que me dio, querido). Hoy le dedico ésta. Por... casi 3 días. Por... Todo.




Sé que me repito, pero también lo hace mi iPod, de hecho, es poner el modo aleatorio, encontrar esta canción, y no parar. Los recuerdos siguen tan frescos como si aún estuviera pasando cuando escucho esta canción. De hecho, ciertas asignaturas pendientes siguen ahí, pendientes, esperando... Quizás para siempre. Aunque alguien me dijo que las asignaturas pendientes se acaban aprobando...

De hecho, y desviándome del tema, eso me recuerda un puro (Daian... Lo haré, que lo sepas).

Pero no va por ahí el asunto. Mis pensamientos engloban un paquete de Marlboro light con una cajita de metal. Y un vecino...

Todo, todo, todo. Como la niña de Catalana Occidente, sin ser rubia, y... ¿Con coletas?

La Ñeka mira a la luna y le inspira. Sin azotea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo 19 años, no 25, y aún así, sí me siento capacitada. Claro que, es una opinión.

Anónimo dijo...

Estando en la cocina
poniendome el delantal
me acorde que era tu santo
y te quiese felicitar.

No te fijes en la letra,
tampoco en la postal,
fijate en quien te la manda
que te quiere de verdad.