30 julio 2010 | By: Denebola

Incongruencias de la vida

Hace unas horas, me llama mi amiga Raquel, de Salou, para ver que tal me va y que le explicara de qué iba el tema de la despedida de soltera de una de nuestras mejores amigas. Tras la explicación, su respuesta ha sido "¿y el boy? ¿¿ESQUE NO VA A hHABER BOY?? Vamos, hombre, no me jodas, que el único tío bueno que veo es mi novio (ahí he de decir que su valoración ha sido muy subjetiva...) y ¡lo tengo ya muy visto! Coño, que se le va a acabar la soltería ¿De verdad no quiere boy?" No es que la muchacha en sí no quiera boy, esque no quiere despedida de soltera. Y, claro, dejar la 'despedida sorpresa' en manos de sus hermanas pequeñas, no ha sido muy buena idea que digamos: el día de su 30 cumpleaños el 'fiestorro' en cuestión consistirá en un curso de maquillaje, cena, y SI SE TERCIA, salir de fiesta.
Vamos, hombre, no me jodan, a nuestra edad, ¿una sesión de maquillaje? Por favor, que esta mujer, dada la trayectoria que lleva, no va a salir más de una forma decente, hay que hacer una fiesta en condiciones. Ya no digo con voz de desesperación como la de Raquel que me pongan delante de un cachas en tanga, que por otra parte, ¿por qué no?, pero ... ¿ESTO?...
Por el amor de Dios, después de haber ido a un colegio del Opus y salir todas más rebotadas que un holandés en la final del mundial, obligarnos a todas a ir a la iglesia a su boda no tiene nombre (quién la ha visto, y quién la ve... Yo ya no la conozco. No me extraña que su futuro le haya chantajeado con vestirse de señorito cordobés para la boda), que ya me jode tener que comprarme un vestido 'de princesita', ya, pero bueno, seré buena y no la liaré parda por ser quien es, ¿y me tengo que oir que tendré que aguantar una hora al pesado del cura diciendo sandeces como panes (cosa evitable, por dios, ¡existen las bodas civiles!) sin haber celebrado un fiestón en condiciones, el último (suyo, claro)?
¡¡¡Exijo a cambio de esta mariconada del curso de maquillaje una boda civil!!!

...

Me parece que me va a dar igual exigir.
Eso sí, en la despedida, se la lío. Como a mí no podrá liarmela (desde luego, si algún día pienso en casarme, no será por la iglesia)...
No puedo mas que mostrar indignación.
En fin, esto es lo que pasa por dejar la despedida de soltera de una de tus mejores amigas en manos de veinteañeras pijas. Voy a hacer unas llamaditas, que este acto no va a quedar impune, y tengo que coordinar Madrid, Tarragona y Zaragoza.

Próximo episodio en su casa.