15 junio 2009 | By: Denebola

Detalles insignificantes que son realmente grandes.

Soy una persona que soy difícil de asimilar, y más aún de encasillar. De eso soy más que consciente. De primeras, o caigo muy bien, o caigo muy mal. Depende de la persona que tengo enfrente que saque mi lado más suave o el más duro. Aún así, no me caracterizo por regalarle los oídos a nadie, y eso no es algo que caiga bien. También es cierto que la discreción es una de mis caracterísiticas, aparte de la ironía y la acidez suprema. Entre otras cosas... Para resumirme en una frase, soy blanco Y soy negro, y si a alguien no le gusta, que no mire.
Quizás porque pienso que soy una persona demasiado difícil de asimilar, me han sorprendido gratamente varias personas este fin de semana.
Era el cumpleaños de mi queridísima hermana. Evidentemente, si voy a ver a mi queridísima hermana, no puedo perderme en la noche zaragozana... Mi sorpresa ha venido por la conversación a posteriori con mi angelito, que sí se perdió, cuando me ha dicho quién preguntó por mí, y el interés que mostraron. Ahí te das cuenta de quién te aprecia, y quién no.

"Joder, hijo de puta, cuando quedes con las chicas, avísame"
Frase que provenía de un personaje más salido que el pico de una plancha, el cual me utiliza como cebo para ligar, y quien sólo ha tenido la confianza de contarme que tuvo un gatillazo como un piano con el amor de su vida, amiga de la infancia de mi angelito... Evidentemente, las chicas, somos mi angelito y yo. Las únicas chicas a las que considera sus colegas. Las demás, son carne de cañón. Y él, un Gi-Joe, perfecto físicamente, tarado de mente, cuya costumbre consiste en que aquí servidora le toque las tetas en plan sobón (que casi, y digo casi, tiene más que yo) para ver si el gimnasio ha surgido efecto o no, y si tienen la consistencia requerida... Yo lo consideraba una persona extremadamente superficial, hasta que me abrió su corazoncito y me confesó que se muere por esta tía con la que no pudo ejercer de hombre, y que, oigan, ya se lo dije a él, se está portando como una auténtica zorra...

"Jamás me podría imaginar que Dene fuera una persona tan sensible. Cuando me habló de eso, se le iluminaba la cara..."
Sí, se me ilumina. La sonrisita estúpida, ya saben. Es lo único que me ilumina, quizás con una luz tenue, lunar, que pocas veces dejo ver porque es mi debilidad.
Este chico que pronunció esta frase cuando no estaba yo, está acostumbrado a ver mi lado más destroyer, no conocía mi carácter bipolar. Pero le hablé de algo que es mi debilidad, es algo que hoy por hoy es lo único que me ayuda a esbozar una sonrisa todas las mañanas cuando me levanto y me miro al espejo, es algo que llevo clavado demasiado profundo dentro de mí y jamás podré arráncármelo. Tampoco quiero.
Es bonito saber que se me ilumina la cara...


Cuando lo he oído, mi corazoncito ha sentido como una inyección brutal de felicidad que me hacía falta.
Se me ilumina la cara... Sonrisa estúpida...


Y más gente que ha preguntado por mí, "¿Qué hace Zipi sin Zape por aquí?".

Es bonito saber que te echan de menos. Y ponerle cara. Te hace sonreír. Saber que no eres invisible, que aunque seas una cara más, hay alguien que te echa de menos.


Hoy sé de quién voy a despedirme cuando llegue el día. No está muy lejano ya.
Hoy sé a quién voy a llevar a mi "muro de las personas que quiero seguir teniendo cerca y no puedo".


Sí, se me ilumina la cara. Ji.


La Ñeka.

PD.- Por esas sonrisas que se me escapan cuando estoy en el curro cuando me acuerdo del beso, y de muchíííííísimas más cosas, por todas esas veces que hablo de ti, aunque jamás lo sepas. Porque llevo esa flecha clavada ahí de por vida, aunque nadie la vea...



2 comentarios:

URAPlay dijo...

Yo soy gris ceniza y negro carbon :D

Blanco no, bueno si, merengue... Pero en otro sentido...

Y Fear es de colores de bandera gay

Denebola dijo...

Usted es realidad brutal, amor incondicional, acidez superlativa y odio intenso. Es difícil, pero lo condensa todo.

Y seguiré diciendo que admirop su objetividad. Jamás he conoceido a nadie que consiga lo que usted: mantenerse al margen y seguir siendo usted.

¿Fear es rosa?
Vaya sorpresa, oiga...