Siempre me ha parecido una fecha consumista, ¿qué le voy a hacer? Ni siquiera antes de salir con mi primer novio suspiraba por que un chico me regalase una maldita rosa este día. ¿Para qué? ¿No es lo importante que se acuerden de ti el resto del año? Por la misma regla de tres, debería haber un día de las cañas con los amigos, por ejemplo. Aunque mejor no doy ideas a las empresas cerveceras para promocionar sus productos, que en mi caso el consumo está asegurado.
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Llámenme insensible o poco romántica, pero lo que menos espero de un día como hoy es un regalo. Sí, sé lo que está usted pensando: ¿entonces para qué coño me dijo que qué le regalaría hoy? Ya se lo dije: era broma.
En realidad, mi supuesto regalo de San Valentín ya lo he recibido. Ayer y antes de ayer.
No puedo pedir más. No duermo bien, voy con una sonrisa estúpida a todas partes y me da un poco igual todo. Por su culpa. ¿Qué más puedo pedir? Si eso no es amor, yo no lo quiero Me quedo con lo que tengo.
2 comentarios:
Sabía que habías escrito algo, porque siempre escribes el domingo antes de tener un examen jajaja un besito bonico y felicidadeees!
Ehmmm... Aún no me ha crecido nada entre las piernas, pero gracias por leerme, Cris. ;)
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