26 octubre 2010 | By: Denebola

Tal día como hoy...

Es increíble cómo una persona puede volvernos locos.
Me refiero a ese tipo de locura en la que sólo existe esa persona. Deja de existir el resto del mundo para cobrar el único y total protagonismo en tu vida. No es que lo planees, simplemente pasa y, además, cuando ya no lo esperas ni cuentas con ello. No es que la pongas en un pedestal y la idolatres, es que hasta esas pequeñas cosas que no te terminan de cuajar las echas de menos cuando no están. Es que llena tu vida de tal manera que tu propia existencia te importa un comino...
Un día esa persona entra en tu vida y las cosas dejan de ser como hasta entonces. Son infinitamente mejor.
Pero lo mejor de todo es que ya no hay vuelta atrás, y digo lo mejor porque te hace ver las cosas de otra forma. No hablo de esa persona por la que en un instante fugaz perderías la mismísima cordura por que te dedicara una simple mirada, sino de aquélla que lo hace y te sientes Luke Skywalker en Star Wars (o Darth Vader, para gustos, los colores). Hablo de esa persona que cuando sonríe de esa forma que sólo ella lo hace, sabes exactamente lo que significa sin cruzar ni una palabra, de esa persona que es capaz de dejarte sin palabras, para bien y para mal, de esa persona que, cuando te desvías irremediablemente hacia una catástrofe inminente, tiene las palabras justas, en el momento justo y en el tono justo para devolverte a tu camino. Hablo de la única persona sobre la tierra capaz de hacerte feliz, inmensamente feliz, totalmente feliz, jodidamente feliz.
Y da igual el tiempo y el espacio, porque sigue haciéndote sentir esa sensación en la garganta que sabes exactamente lo que significa. Te hace temblar siempre. Te sientes felizmente imbécil. Y nunca más volverás a decir eso de "te quiero" a la ligera o creyendo que era cierto, porque ahora SABES que es así. Nada es como antes y eso te hace feliz, porque antes sólo tenías claro lo que no buscabas y ahora ves lo embobado que has ido por la vida, porque ahora ya sí sabes qué era lo que buscabas... Ahora que lo has encontrado. Es esa persona. Y aunque pensabas que no, antes buscabas algo, pero ya no tienes que hacerlo. Se acabó. Y eso te hace jodidamente feliz.

Tal día como hoy, fui asesinada y ya no he vuelto a ser como antes. En realidad, ya no lo era desde hacía un tiempo, pero me gusta recordar ese día. En realidad fueron varios. Fue una muerte lenta, agónica y dolorosa... ¿O no? Porque en realidad estoy jodidamente feliz...