01 junio 2018 | By: Denebola

Y dicen que cuando uno se hace mayor pierde la paciencia... JA.

Aquí ando yo, divagando con otro par de perturbadas por whatsapp en una conversación tan histérica, como bipolar sobre los orígenes de Lucifer (vale, lo admito, tengo debilidad por él, como si no fuera obvio a estas alturas), la lucha del Trono de Rajoy (sólo nos faltan dragones y el Invierno; sí, Play, he tenido más disertaciones al respecto), los orígenes de la obsesión humana (que Freud me asista), los motivos de cierto "preto" (palabro maño para designar a un macizo; añádalo a su diccionario Castellano- Oregonés, querido MAIK-) para ignorar a cierta trastornada o si el Real Zaragoza será el único equipo de fútbol en Aragón que no subirá de categoría (Nayim, te añoramos).
En estas circunstancias tan espeluznantes, porque admitámoslo, esto da miedito, mi situación personal de caos me acompaña, como es habitual.
Y me pregunto cómo coño soy capaz de seguir adelante sin perder la cordura.
O si no la habré perdido ya,
Apuesto por lo segundo, por supuesto.
En cualquier caso, la causa de estar viviendo en un mundo imaginario cual Matrix mientras me retienen alguna institución psiquiátrica no es nada de eso.
No, señores.
La verdad es que lo tengo muy claro.
La causa eres tú, claro.
No sólo eres jodidamente surrealista y me has puesto patas arriba la puta existencia, sino que encima vas y, soberbio de ti, me das la hostia de realidad más grande de mi vida.
Y luego la bipolar soy yo...
Hay que joderse...
No sólo eres la persona que más cosas en común podrías tener conmigo, sino que además eres totalmente opuesto a mí.
Venga, vale... ¿Eso cómo se come?
Eres siempre, siempre y sin una maldita excepción, ese jodido quiero y no puedo. O no debo, pero quiero.
Ya me contarás cómo te lo haces, campeón, porque lo tuyo es de traca. Reúnes tentación y aversión de un modo tan perfecto como si fueras el mismísimo símbolo del ying y el yang personificado.
No sé si quiero estrangularte o tirarme a tus pies.
Conociéndote, preferirías lo primero... Yo estoy valorando seriamente el cruzarte la cara a lo Escarlata O´Hara, en plan dramático y contundente. Como si a mí me fueran estas cosas...
Pero vete tú a saber, porque parte de tu encanto es que sabes dar un golpe de efecto, cabrito. Las sorpresas estilo Houdini son tu puñetera especialidad, ya me has dado unas cuantas.
Y luego que paso de frivolidades a temas trascendentales con la facilidad de un puto interruptor...
Claro, ¿a quién le sorprende?
Ya venía tarada de serie.
Sólo me faltabas tú.
¿Bipolaridad? Me río yo...
Francamente, no sé si mandarte a la mierda o seguir inmersa en mi Matrix particular... Sospecho que vas a sacar a mi lado deneboliano muy pronto y no le va a gustar a nadie.
Salvo a tí.
Cabrón, te va la marcha más que a mí...
O eso, o me estoy ablandando (no contestes MAIK-... Conozco tu respuesta).

Esta noche te libras por la canción que me has mandado.

P.D.- Tengo que poner un aviso en el blog de no apto para menores. Cada día hablo peor... Las reclamaciones, al esquizoide.
Gracias.

1 comentarios:

MAIK- dijo...

Estas mierdas, ¿para quién se supone que las escribe, oiga?

Porque quiero creer que el anónimo desgraciado que le hace sufrir estos vaivenes sentimentales que expone en forma de posts tan "interesantes" (sonido de bostezo) es totalmente desconocedor de este rincón virtual, por mor de su propia estabilidad psíquica. Y para un nombre que leo, es el mío, lo que me llena de una mezcla de hastío y desasosiego.

Buona notte.