10 agosto 2012 | By: URAPlay

Misión en la huerta

Qué bonita es la huerta, su tierra esponjosa, sus verduras de varios colores, sus flores, sus plantas, el nuevo sistema de riesgo que pensé y hemos puesto... Y sus bichos.

Así como hay varios tipos de verduras, también hay varios tipos de bichos. Lo bichos más bonitos son los gatos. Entran en la categoría de bichos porque sí. Te dan un susto cuando vas a coger la berenjena que está oculta y oyes un ruido y ves algo de color salir disparado por detrás. Como buen agricultor, sueltas un 'suputamadre' con cierto enojo, susto y diversión y sigues a lo tuyo.

Puede que cuando vayas a recoger rábanos encuentres una especie de mariquitas que no son mariquitas pero que se le parecen. No sé que coño son, mentalmente las llamo 'mariquitas de marca blanca'. Siempre están enganchadas, follándose unas a otras, se suben por un lado del pie, bajan por el otro... O se paran arriba y te dan un espectáculo porno entre bichejos. Cuando me canso o me molestan pues nada, con la mano a tomar por culo... Y no se sueltan.

Ya en los tomates cambia la cosa. No sé por qué parece ser un nido para pudentas. No sé si donde vivís los demás se llaman así pero... Son verdes, asquerosos y si los pisas huele fatal. De ahí el nombre. Viven en los tomates y en 'els garrofons'. No me voy a dignar a buscar el nombre en castellano porque no, básicamente. Lo mejor es poner albahaca (alfàbega en mi pueblo) cerquita y si ves que hay pudentas, un par de meneos a la planta y se van.

Las arañas viven en cualquier lado, aunque hay una gran variedad en mi huerta. De varios tamaños (pequeños todos, pero bueno, son diferentes), de diferente forma, color... No pican por suerte, si no a estas horas sería Spiderman como mínimo. No hay remedio, ellas viven y comen bichos, van bien para las plagas. Por lo menos esas, la roja y la parda con cuidado.

Otros bichos ya más inofensivos son los bichos bola. Habitan en cualquier lado con humedad y sombra, huertos, calles, colegios, ciudades. Son interesantísimos.

Y ya vamos a los bichos hijos de puta de hoy:

Avispas, me cago en su puta madre y la furcia que las parió. Anidan en cualquier agujero, hacen su nido y tocan las pelotas. El fin de semana pasado eché un producto que tenemos para matarlas. Cayeron a unidades (no voy a mentiros, no eran miles ni centenares), no se acercaban donde anidaban las que sobrevivieron al ataque con armas químicas. Se fueron. Envié mis espías a buscar donde habían ido para que me dieran la información que necesitaba, donde se habían puesto a hacer el nido (pregunté a los vecinos, pero mola más lo de los espías) y arrasamos su campamento, que eran unos ladrillos.

Y pasó la semana. Fui yendo a recoger las verduras y hoy... He ido. He terminado de instalar mi sistema de riego, con sus grifos y demás... Lo he probado, he visto que funciona todo bien y me he ido a regar las espinacas. Hijas de puta, me han estado esperando. Me han atacado en masa (4 he contado) y casi la totalidad de ellas me han picado en una pierna (3 picaduras). Escocía, pero con dignidad y rabia he salido de ahí (bueno, cagando hostias y dando un par de saltos), dejándose regar las espinacas y terminando el trabajo (nada, ha sido así).

Luego he regado los tomates, sin ninguna incidencia (menos mal, no hay barro suficiente para otra picadura más). Y luego he recogido la verdura que había que recoger (un par de cajones). He visto como ganábamos en baloncesto y pa casa.

Debo decir que no he llorado, solo he cagado hostias como cualquier adulto de huerta. Y que la picadura del dedo aun hace won won won won won. Si sobrevivo a esta noche os aviso, si no... Gracias por leer el blog. Y comentad cojones, por lo menos a Denebola, que el otro no escribirá.

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1 comentarios:

Denebola dijo...

Garrafones, se llaman garrafones.
Y las "mariquitas de marca blanca" aquí las llamamos pilaricas, mi madre me ha explicado mil veces cómo se llaman y por qué las llamamos así aquí, pero no me quedo con la copla, no me gustan los bichos. Y las "pudentas, pues qué quiere que le diga, ni siquiera visualizo al bicho en sí, como para decirle como se llama.
Le dejo con su fauna y flora, caballero.