17 noviembre 2017 | By: Denebola

En tus momentos más oscuros...

...
Así empiezan los relatos de habla inglesa más dramáticos.
Francamente, esa traducción es una soberana mierda.
Sí, no hay un modo de traducirlo mejor, pero... Se queda corto, dada la riqueza lingüística del español para describir la soberana mierda que engloba esa frase.
Y de los sentimientos.
Porque, francamente, en estos momentos podría identificarme con esa frase si estuviera leyendo algo en inglés, pero lo que definiría mi momento "más oscuro", se queda bastante corto con esas palabras.
No se lo deseo a nadie.
Y, la verdad, no me apetece ponerme a definir el tema ahora.
Probablemente sea porque esos "darkest moments" de mi propia cosecha me han llevado a intimar demasiado con Miss Ambar, muy amiga de Estrella Galicia y Lady Mahou, cuando no debería, y tengo planes de seguir haciéndolo en un breve espacio de tiempo.
Francamente, no puedo más.
Estando tan cerca del "edge", lo único que me apetece es "to dance with the devil"... O simplemente beber para olvidar, que, por muy cool que sea el inglés, la sabiduría popular del viejo continente perdurará "forever and ever", "till the end", y tal y cual.
Lo peor de todo es que, a pesar de mi lamentable situación, no puedo dejar de pensar en algo que, quizás, sólo quizás, no debería.
Me debería sentir egoísta, entre otras muchísimas cosas, pero, en estos momentos, nada más lejos de la realidad.
Tal vez sea por el ambiente enrarecido y crispado que me rodea, porque esté muy cerca de estallar, por Miss Ambar, porque necesito mi vida de vuelta YA, porque todo el mundo, sin excepción, es igual o más egoísta... ¿Importa?
En estos momentos, y sé positivamente que la influencia de Miss Ambar está muy presente, el motivo me la sopla (ergo, mañana probablemente, no me la sople tanto...).
Sólo sé que...
Querido, no te entiendo.
Has llegado a mí en un momento que no esperaba, porque, admitámoslo, llegaste tarde. Pero, joder, no sé cómo coño te las has arreglado, pero ese detalle pasó a ser irrelevante en demasiado poco tiempo. Y sé que fue obra tuya.
El problema es que el momento es... El peor, se queda corto.
Yo no estoy centrada, y tú eres raro y hermético.
Tampoco es que yo sea muy normal.
Vaya, parece que hacemos buena pareja...
Mi problema es que no te entiendo.
Y probablemente la culpa sea mía.
Sin probablementes de por medio.
Tú te arriesgaste.
Y me freíste la única neurona que me quedaba viva.
Mierda...
¿Por qué?
¿Por qué en mitad de todo esto, que me supera, apareciste tú?
La jodí, sé que la culpa fue mía.
El problema es...
Que no sé cómo coño arreglarlo.
Ni si ya es tarde.
Porque... A pesar de todos estos "darkests moments" que llevo a la espalda... Tú me sientas bien.
Y eso que eres raro de cojones.
Los dos lo sabemos.