16 agosto 2023 | By: Denebola

Esa desagradable sensación.

Sí. Ésa.

De que te dan por sentado.

No hay nada como la decepción para que a aquello que te importa le des la misma relevancia que a las baldosas que pisas por la calle.

¿Por qué vas a valorar algo que no te valora a ti?

Te hace poner las cosas en perspectiva.

Los hechos son los hechos.

Y empiezas a pensar en hechos, en hechos que has querido obviar por tu propia salud mental, y te das cuenta de que hay más.

Más decepción.

Una detrás de otra.

Y en 16 días, aquello que te parecía un mundo...

Pues igual lo es.

Porque tiene el potencial de cambiarte la vida.

Porque hay otros que no te dan por sentado.

Porque hay cosas que no has querido ver.

Porque has construido muros impenetrables que te han dejado sola.

Y ha estado bien y era lo que necesitabas.

Hasta ahora.

Ahora quieres bajar los muros y no puedes.

La batalla entre tu subconsciente y tu consciente es agotadora.

Y yo ya estoy hasta los cojones de pelear.

Tuve la oportunidad al alcance de mi mano.

Literalmente.

(Ay, esa mano)

Y me pregunté si eran alucinaciones mías.

Y cuando quise reaccionar, ya no era el momento.

La cagué.

Yo solita.

Pero... Bueno, pocas veces pasa dos veces el mismo tren. Pero pasa. Y no me engaño, no va a ser igual de fácil.

Pero me importa y además sé que pocas veces hay segundas oportunidades.

Y esta vez la que he hecho daño he sido yo.

O eso creo.

Y estoy harta de ser la sombra de lo que fui.

Sé lo que soy.

Sé quién soy.

Y sé que ahora me toca a mí mostrar mi mano...

Aunque me acojone hasta límites insospechados.

Putos muros.

Y putos informáticos.

21 septiembre 2021 | By: URAPlay

... Está blando!

El peor chiste que sé. No es mío, incluso sé que se puede contar peor, pero era arrisgarse. Y se me da mal contar cualquier chiste, no sé quedarme serio mientras se cuenta, se me escapa la sonrisa de chiste malo.

Ha llovido (llueve mientras escribo esto) desde la última vez que escribí. Y seguramente llueva mucho hasta la próxima vez. Pensé en eliminar el blog varias veces, pero hemos escrito tantas tontás que me daba reparo, porque pertenece al trío/par de tontos que aquí anduvimos intentando aclarar la mente de alguna forma. Por eso y porque hay una parte que nos pertenece. Y me alegro de no haberlo hecho a pensar de estar tentado.

Ha llovido y han pasado tantas cosas... No todas buenas, pero tras 5 minutos pensando en las malas y solo acordandome de lo bueno que saqué si pude sacar algo, me veo en la obligación de afirmar que soy menos cenizo que hace años. Ahora veo un puntos blancos de vez en cuando en la oscuridad (avisad si hay que ir al médico). Y las cosas buenas han sido muy buenas, seguramente las veo mejor de lo que son, serán cosas normales pero... No me va mal. 

Ha llovido (no quería empezar así el párrafo, pero haré honor al "no hay dos sin tres") y han pasado muchas personas por mi vida. Unas 30 o así calculo. Personas que entraron y salieron de mi vida, personas que se fueron para no volver y personas que han vuelto y he podido volver a conocer, abrazar, chocar puños y contar mi peor chiste (lo siento). 

Lluvia aparte, y sin saberlo expresar, diré que ha estado guay. Dando una vuelta y empapado por la lluvia, pensando en como escribirlo, he llegado a la conclusión que no sé hacerlo y que guay debería bastarme mentalmente. Y que no puedo quedarme solo con una cosa, hasta con el susto del fin de semana me quedo, con mi primera cafetería regentada, mi habilidad echando un cable cuando es necesario, las risas, esa canción, la confianza, los nervios, la coliflor (bróóócoli) y el "malentendido" inicial, que ha llegado hasta al final y ha dado para una risa más. Y de todo lo que me falta por escribir hay dos cosas que sobresalen, que no escribiré por aquí y me las guardo para mi. 

Si hubiera una cosa "mala".. Que por unas horas no ha sido en voz, pero recogiendo una tradición perdida en el blog.. ¡Feliz cumple! 

11 agosto 2018 | By: Denebola

Vacaciones en el infierno

Agradezco el momento Kit Kat.
Seriously.
Los daños colaterales que pueda estar sufriendo son cosa mía, lo sé. No te reprocho nada. De verdad.
Verano... Yuju.
Francamente... No me esperaba mi verano del 2018 así, pero es que todo este año ha sido... Demasiado.
Incluso, así, a posteriori, he de agradecerte tu bipolaridad y que hayas puesto mi mundo patas arriba. Centrar mi atención en las ganas de estrangularte ha evitado catástrofes mayores.
El tema es que...
Verano.
Yuju.
Ya.
Para ti.
Te lo has ganado.
Y a pulso...
Aunque, para ser sincera, te has ganado más.
Pero el mundo es así de jodido y de injusto. No hace falta que te lo diga yo. Y aún así, eres capaz de hacer de ti un maldito fénix y de hacer de tu derrota un mísero grano de arena...
Aunque con dolor y lágrimas, los dos lo sabemos.
Aunque no lo digas.
Aunque sólo me lo dejes entrever.
Conociéndote, eso es ya la hostia en patinete.
Y llega agosto...
Y llega la individualidad...
Y yo te echo de menos...
Y mierda.
No.
No debería ser así.
Y de eso la culpa la tienes tú, sólo tú. Porque yo he intentado poner distancia. Distancia emocional. Pero vas tú, maldito Lucifer, y pones distancia física para demostrarme que no, no se ha acabado.
Ni por asomo.
No me dejas marchar.
...
Y, joder, cada vez me pones más difícil mantener mi lejanía.
Mientras tú aumentas la distancia física entre nosotros.
Vete a la mierda.
Tal vez allí no te eche de menos.

30 junio 2018 | By: Denebola

Hable usted, oiga

Hablar está sobrevalorado.
¿Para qué hacerlo? Con lo divertido que es especular, crear mundos alternativos, posibles opciones, meterte en el pellejo de una persona que no tienes ni pajolera idea de cómo piensa y dejar volar la imaginación...
Épico.
El delirio que se desarrolla al tratar de comprender por qué una persona actúa de un modo determinado es... Sublime.
El ser humano no puede aspirar a una delicia mayor.
Nótese el sarcasmo.
Con lo bonito que es intercambiar impresiones, exponer tus puntos de vista y tratar de comprender los de tu acompañante, enzarzarse en la pelea dialéctica de convencer a tu oponente (porque ya no es contertulio, no, esto es la guerra), imaginarte cómo le sacarías los ojos y terminar llamándole cerril y obtuso/a en sus más variopintas variantes...
¿Soy yo o nadie disfruta de eso?
Será, será. Será que yo soy la rara.
Será que lo normal es hacerse el misterioso y esquivar balas, a ver qué puñetas se inventan sobre mí esta vez. Y aquí paz y después gloria.
¿Que alguien me lo explique?
Que viva el aislamiento, las cuevas y la vida contemplativa.
O la frustración en mayúsculas.
Claro, que todos terminamos delatando más de lo que queremos, y por A o por B, tras haber emprendido el camino del perfeccionamiento del curso más avanzado de "interpretación de signos ocultos", uno termina atando cabos y viendo la luz...
Vida contemplativa, era, ¿no?
Casi he visto a Dios y todo.
Casi creo que te comprendo y todo.
Va a ser verdad la filigrana mental que se me ha pasado por la cabeza, así, como quien no quiere la cosa, por asombroso que parezca que las cosas sean como creo, porque ahora que te miro bajo el microscopio como a un bicho, empiezan a cuadrar las piezas... Y me está jodiendo. Me está jodiendo lo que creo que pasa por esa cabeza y no se dice en voz alta.
Porque tienes razón.