Es calma.
Una calma segura y sosegada francamente difícil de encontrar.
Una tranquilidad serena y plácida de ésas que te hacen suspirar con algo que sólo puedo calificar de paz.
Silencio y seguridad.
La estabilidad firme e inamovible de una roca a la que, ya pueden asediarla huracanes y terremotos, que puedes tener la certeza de que jamás se moverá de su lugar...
Si no le apetece, claro.
Es también risa, paradójicamente.
Diversión viva y ocurrente.
Risas francas.
Espontáneas.
Humor e ingenio chispeantes.
Pero sobre todo, es noble.
A pesar del ingenio afilado y cortante, es calidez reconfortante.
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