Wake up!

Me da rabia. Me da mucha rabia. No es como solía ser, pero sí que me molesta. Aún...
El hecho de que no quiera ver las cosas y revuelva todo a su antojo para formarse una historia paralela donde no tener ningún tipo de responsabilidad para no sentir culpa ni remordimientos, además de parecerme inmaduro, me molesta, sí. Me sigue molestando.
Y a pesar de todo, sigue con la misma cantinela. No debería. No lo entiendo. O lo entiendo, pero no lo comparto.
No tengo ningún problema en ser la mala de la historia. Pero ésa no es la cuestión. La cuestión es que no lo soy y debería asumirlo de una maldita vez, porque estoy cansada, estoy harta, estoy hasta el moño de historietas de patio de colegio. La vida es así y a veces las cosas no salen como queremos, pero eso es todo. Se asume como buenamente se puede y se sigue hacia adelante, no se traman caminos maquiavélicos para conseguirlo a cualquier precio. Eso es de malas personas. Sobre todo si no es una acción aislada y es un patrón de conducta.
No me va a dar ninguna pena cuando choque de nuevo contra mi muro y termine haciéndose daño, porque lo hará. Sé que no desistirá, pero yo tampoco, estaré ahí cuando vuelva a intentarlo. Como ya he dicho, estoy harta de comportamientos inmaduros y en este asunto no voy a doblegarme, ya he sido demasiado blanda hasta ahora. Eso se terminó.

Y para ponerle banda sonora a mi escrito paranoico, les dejo eso, una banda sonora. La de Matrix.